Veinticinco de marzo...

Una mujer vaga sola ,

por el vacío de su alma.

La acompañan su pesar,

 y su tristeza,

 Los latidos de su corazón

la guían..

Veinticinco de marzo,

tu Santo....

     Querida Encarni, 

     Hoy es veinticinco de marzo. Hoy es tu Día, tú Santo...

Nunca te había gustado tu nombre: Encarnación era demasiado antiguo, sonaba a señora mayor... pero naciste primero y tenias que llevar el nombre de la madre de papá, de la abuela Encarnación.

Te encargaste personalmente,de que este" tremendo error" no se volviese a repetir . Así que "peleaste" porque la segunda en llegar se llamara Rosa...Maria Rosa, que de esto se encargó el Sr. cura pues todas las niñas debíamos ser María, así lo obligaba la Santa madre Iglesia.....

Cuando llegue yo, diste un paso más....Tenías once y te empeñaste, no solo en buscarme un nombre sino en ser mi madrina.... 

Me llevaste a la iglesia, a pesar de que eras tan solo una niña..... Estabas allí cuando me vertieron el agua bendita sobre la cabeza... Me decías que no lloré, que pegaba chupetazos al agua, que sonreía...

¡Cuantas veces me lo habrás contado! Te sentías tan orgullosa de tu "logro"..... Yo te sonreía agradecida no solo por mi nombre, Carmen, que me encantaba, sino porque me sentía contenta de que mi madrina, mi tatita, fueses Tú.

Nada me faltó nunca, no podía ni Dios haber escogido mejor.....

Te encantaba, sin embargo, celebrar tu Santo. Desde que tengo uso de razón, y pese a que no teníamos muchos recursos materiales, recuerdo a mamá acudiendo a la floristería en las fechas señaladas, cumpleaños y santos. Nos compraba un ramo de flores adornado con lazos de colores brillantes.... Claveles, gladiolos, campanitas, nardos, dependía de la estación...

Te encantaban las flores .... Y las piedras, los minerales....Te encantaba decir que todo lo que brillaba...

No había Santo que no tuviésemos regalos. A ti nunca te faltaron ¡Hasta ahí podíamos llegar!

Rosa y yo nos desvivíamos por regalarte algo que te sorprendiera, que no esperaras....Cuando llegaba el momento de dártelos, siempre te ponías a cantar ¡regalitos, regalitos! mientras dabas palmas, como si fueses una niña pequeña.... Así eras Tú. 

Siempre te autoregalabas, era tu forma de ser. Nos sacabas de quicio porque pensábamos que lo que dábamos no te gustaba..... Buscabas algo especial para ti.... te encantaba mimarte....Esa eras Tú...

No habrá Santo igual al que celebrábamos cuando estábamos todas juntas con papá..... No habrá mas sentimiento de felicidad al acercarse un día tan especial. Ya no habrá risas, ni tartas ni flores... Nada que festejar...  Se fue papá y ahora Tú...

Que solas nos dejaste.....

Hoy no es un día para celebrar, pero sí para recordarte, para escribirte y decirte que hoy sentimos tristeza.

Tristeza por no tenerte, por no poder abrazarte y besarte... porque no estás a nuestro lado .......

Te eché de menos, ayer,

te echo de menos hoy,

  te echaré de menos mañana

y siempre......

                                                                        Te quiero,